jueves, 4 de abril de 2013



IMAGEN Y REALIDAD DE LA SALUD EN COLOMBIA


Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Loco-mbiano

Escandalosas las imágenes que mostró anoche la TV sobre el hacinamiento y el pésimo estado en que se encuentra la salud en algunos centros de atención. Saludcoop, Capital Salud en Bogotá fueron la vitrina esta vez. Y noticias de que las EPS para sus estadísticas y propaganda dicen cuentan como camas las camillas en los pasillos y las salas de urgencia.

Ahora, hay mensaje de urgencia para que se apruebe a toda carrera el proyecto remendado que presentó el Gobierno, o sea, el Presidente y su Ministro de Salud al Congreso. Todo está orquestado para que las EPS actuales, con sus antecedentes, cuentas sin saldar, sus pelos en la gatera, vuelvan al negocio nuevo de Mía Salud o MiSalud o Salud Mía. Qué nombrecitos tan simplorianos.

La propuesta, según se ha filtrado a través de los medios periodísticos, es que las EPS actuales, que aspiren como gestoras de salud, se modifiquen en su estructura administrativa y se presenten a concurso o como candidatas en forma de sociedades anónimas. Vaya, iniciativa tan propicia y transparente ideada por el Ministro. Que queden ocultos al público quienes van a manejar dineros públicos con carácter de privado y queden al abrigo de todo escrutinio. Que pase como Interbolsa y se juegue con esos dineros para diversos fines. Peor que la puerta giratoria que operó con la ley 100.

El Ministro Alejandro Gaviria inicialmente anunció feliz al país que se acabaría el imperio de la ley impopular y fatídica Ley 100. Fue un contentillo para aliviar la tensión. Y luego la verdad ha ido apareciendo en las páginas de periódicos y radionoticieros.

El senador Jorge Robledo,* sin pelos en la lengua, ha revelado que en el fondo todo es un montaje para que las aseguradoras entren a gozar del gran pastel de los dineros de la Salud. Se le ha pedido al Ministro se declare impedido por haber sido una familiar suya de la Junta Directiva en Fasecolda. Entonces, ¿qué esperanza tenemos los locombianos para creer que esta reforma sí servirá definitivamente para que tengamos una estructura con políticas claras, una reforma que acabe con la corrupción? Varios analistas han dicho que el remedio será peor que la enfermedad.

Va siendo costumbre que acabar con lo bueno que tenía el Seguro Social, que las experiencias negativas de la ley 100 y sus escaleras de EPS, IPS, Eses, Pos noPOS y todo ese tinglado, no sirvan para mejorar el bolsillo de los administradores, pero la salud del colombiano raso no se remediará. Todo seguirá igual o peor. No es una sentencia apocalíptica ni ganas de mirar con gafas oscuras los planteamientos de una reforma que apenas empieza a ventilarse y darse a conocer.

El Congreso ahora sesionará a puerta cerrada, vendrá el lobby de los ministros de Salud, de Hacienda, de Planeación, de Asobancaria y Fasecolda y al final, una comisión rápida de conciliación revisará que todo quede bien. Y el país quedará viendo un chispero, muerto de la risa. La Salud seguirá carraspeando, tosiendo. Ojalá no vaya otro mico en esta reforma que impida poner tutelas en adelante para lograr una camilla en un pasillo.

04-04-13                                  11:10 a.m.

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